A veces al amor a un niño no es más que el propio gozo de vernos desde fuera amándole y gustarnos. Esa es su verdadera magia. Nos recuerdan lo que somos.
Click to rate this post!
[Total: 0 Average: 0]

A veces al amor a un niño no es más que el propio gozo de vernos desde fuera amándole y gustarnos. Esa es su verdadera magia. Nos recuerdan lo que somos.