Anoche me acosté pronto, con la intención de dormir, pero nada más cerrar los ojos me puse a pensar en ti. La herida de tus recuerdos empezó pronto a sangrar, como esa cicatriz, que se vuelve a señalar.
¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)