Ni la distancia ni el destino harán que te olvide.

Aferrate a los sueños, porque si ellos mueren, la vida se convierte en un pajaro con sus alas quebradas que deja de volar.

Uno no puede elegir su destino, sólo puede elegir que hacer con el tiempo que se le ha dado.

El destino baraja, nosotros jugamos (Miriam)

Si mi destino me llega ahora lo aceptaré alegremente si tarda en llegar diezmil millones de años, me sentaré a esperar también alegremente.

Te acuerdas del destino cuando tienes que tomar una decisión, entonces lo imploras más aún cuando la mente y el corazón no se ponen de acuerdo.

El destino puede que te ignore, o… ¿eres tú el que ignoras al destino?

El destino está escrito por ti y tus elecciones.

El destino es como una serpiente que se muerde la cola.

Si tuviera que elegir entre el destino y el ser yo, tuviera que tomar la decisión de saber el porqué de este destino, si en realidad tener la idea concreta de la casualidad que el destino me ha proporcionado.