El que no vive para servir no sirve para vivir.

No existe la menor prueba que apoye la idea de que la vida es seria.

No ha vivido más el que cuenta más años, si no el que ha sentido mejor un ideal.

La vida vale por el uso que de ella hacemos, por las obras que realizamos.

Estamos aquí para vivir en voz alta.

Todo el mundo aspira a la vida dichosa, pero nadie sabe en qué consiste.

Lloramos al nacer porque venimos a este inmenso escenario de dementes.

La vida es un regalo que hay que amar, por eso te amo, porque eres la vida que Dios me ha regalado.

No maldigas tu vida, pues tarde o temprano te darás cuenta de su valor…

Dos días pasan volando, dos años pasan, pero tu vida nunca pasa.