Me gustaría odiarte por lo que no hiciste, pero te amo por lo que me diste.

Te quiero y no te olvido, por eso quiero que vuelvas conmigo.

Hoy no te olvido amor, espero una señal, una ilusión. Todavía te espero, desde marzo hasta enero, desde el infierno hasta el cielo. ¿Cuándo volverás? Si mi vida no da más, esperando una señal, triste en soledad.

Si tu me amaras detendria el tiempo para darte amor eterno, con afán, con toda el alma. Revelarías mis secretos, mis manos tocarían el cielo cómplice sería en tus brazos de mis logros y mis fracasos, toda mi vida te adoraría si tu me amaras.

Mi mayor frustración es que las palabras no logren cubrir todas las ramas de mis sentimientos, que no sean suficientes para todo el amor que siento. Lo que más se podría acercar sería decirte que por ti bajaría todas las estrellas del firmamento, sólo para que me dieras un reconocimiento.

El amor no correspondido es como estar muerto en vida.

No sé si me estás usando, no sé si me estás esquivando, pero por cualquiera de los dos motivos yo te voy a seguir amando.

Si fuera papel de oro y pluma de plata, con la sangre de mis venas te escribiría esta carta: de tinta pongo mi sangre, de tintero mi corazón, y espero vida mia que me des contestación.

Importante es mi corazón porque me hace vivir, pero más importante eres tú, por que lo haces latir.

De una simple semilla, nace una flor. De una simple mirada, nace el amor.