Hacer el amor es algo muy sano: quemas calorías y hasta te olvidas de quién eres.

El hombre, que la mayor parte del tiempo piensa en sexo, es como un auto usado, en cualquier momento se te para.

Las mujeres son como las embarcaciones, si no se les clava bien se te van.

La mujer es el motor de la escoba.

Hay hombres que se acuestan pensando en sexo y de despiertan con la solución en la mano.

Las mujeres son como los paracaídas, si no se abren no sirven para nada.

Si me quieres dímelo, sino, ¡vete a la mierda! porque pives» como tú yo me los pasos entre las piernas.»

Quiero acariciarte, besarte, tocarte hasta que nuestra piel se funda en una sola pero cómo hacerlo si tú no estás aquí.

Cuando haces el amor con una mujer lo más importante es que en esos momentos ella sienta que le amas.

El sexo no es una historia para contarla, hay que vivirla.